Retrata humanamente lo que se denominó “tragedia de Antuco” y nos sumerge en las realidades sociales, emocionales y psicológicas de sus protagonistas, antes y después de aquella fecha fatal.
No hay víctimas ni victimarios, solo seres humanos, cada uno cumpliendo el rol que le asignó la realidad de su tiempo y época, o simplemente las circunstancias. Sus acciones fueron fruto de lo que cargaban en su propia historia.