Madrid, invierno de 1620. La felicidad del matrimonio formado por Sebastián Castro, un reputado escribano de la Villa, y Margarita Carvajal se tambalea cuando ambos se convierten en los principales sospechosos de un libelo de sangre: querellas que culpan a los judíos de sacrificar a niños cristianos para recolectar su sangre y cuya jurisdicción compete a la Santa Inquisición. Con la hoguera cerniéndose sobre ellos, su hijo Alonso, un muchacho de trece años, inicia la búsqueda desesperada de un modo de salvarlos, propósito que lo arranca de su cálida existencia y le muestra las hieles de la vida. Pese a todo, tres faros prenden luz en las umbrías de su infortunio: amistad, esperanza y un sueño. La amistad se la brindan Juan y Antonio, dos pícaros vagabundos. La esperanza late en una bolsa llena de dinero que parece manejar los hilos del destino. Y el sueño le aguarda en la universidad, donde planea estudiar Leyes, convertirse en abogado y ejercer un derecho capaz de impedir que personas inocentes como sus padres sufran los rigores de la injusticia. Libelo de sangre es una fascinante historia de amor y amistad ambientada en el Madrid del Siglo de Oro, una vibrante pero sombría época en la que, mientras la fe en Dios encendía corazones, los delitos contra ella encendían hogueras