La Reina Isabel, legendaria y emblemática prostituta de la pampa chilena, consumió su juventud ofreciendo sus servicios. Anduvo de salitrera en salitrera hasta llegar a La Oficina. Ahora que ha muerto, un insólito grupo de rameras junto a los hombres que la conocieron y amaron, se reúnen para rendir tributo a la memoria de una mujer entrañable, que escuchó con ternura historias de amores amargos y consoló generosamente a solteros y casados como si cada uno de ellos fuera el único hombre de su vida. Esta novela seduce y estremece como sólo lograron hacerlo los personajes excepcionales de Hernán Rivera Letelier.