
George Gamow forma parte de aquel selecto grupo de científicos cuya ansia de conocimiento les hace escrudiñar en las más variadas disciplinas. Y es que este ruso nacionalizado estadounidense se adentró tanto en el mundo de lo infinitesimal como en la infinitud del universo: estudió el núcleo atómico y su colaboración fue fundamental para desentrañar los secretos del código genético; en astrofísica estableció modelos que esclarecerían la generación de la energía de las estrellas y su evolución, y, más aún, defendió, la hipótesis del Big Bang como explicación del origen del universo, modelo que ha sido corroborado posteriormente por numerosas evidencias