En julio de 1979, cuando Rubén tiene trece años, una pareja de ancianos le dice que se tiene que ir a vivir con ellos y que ya nunca regresará a su casa. Son sus abuelos paternos, dos desconocidos.
En julio de 1979, cuando Rubén tiene trece años, una pareja de ancianos le dice que se tiene que ir a vivir con ellos y que ya nunca regresará a su casa. Son sus abuelos paternos, dos desconocidos.