
El relato autobiográfico en que Manuel Rojas rememora una niñez y juventud con raíces en Buenos Aires, Rosario, Mendoza y Santiago. Ambientado a principios de mil novecientos cuenta la errancia de un muchacho que, entre obreros, borrachos, compadritos, migrantes e indígenas desplazados, devora periódicos anarquistas, se enamora de escritores malditos, milita en colectivos proscritos y da sus primeros pasos como escritor y activista.